El presidente Bush está cortejando a los sindicatos ante una importante elección congresional, al tiempo que el país celebra hoy el Día del Trabajador.
El primer mandatario planea asistir a una barbacoa en Pittsburgh, Pennsylvania, organizada por la Hermandad Unida de Carpinteros y Ensambladores de América, uno de los principales gremios de la construcción en Estados Unidos.
Los sindicatos han apoyado tradicionalmente a los demócratas, y Bush intenta obtener su apoyo para su partido Republicano a medida que se acerca la fecha de las elecciones de noviembre. El control de Congreso y de 36 gobernaciones está en juego.
Los demócratas dicen que la reducción tributaria del presidente Bush ha contribuido a la desaceleración de la economía, minetras que el presidente insiste que el problema ha sido el excesivo gasto público, principalmente de los demócratas.