El presidente serbio de la presidencia colectiva de Bosnia renunció en medio de un escándalo de espionaje y venta ilegal de armas a Iraq.
Mirko Sarovic renunció a su cargo pocos días después que funcionarios de la OTAN anunciaron que tenían pruebas de su implicación en actividades de espionaje para autoridades militares serbias de Bosnia destinadas a tropas de la alianza y funcionarios internacionales en Bosnia Herzegovina.
Investigadores internacionales también relacionaron a Sarovic con el envío de repuestos y partes para aeronaves militares a Iraq.
La exportación secreta de armas se realizó por parte de la compañía de aviación militar serbia Orao, mientras Sarovic era presidente de la república serbia de Bosnia.