El presidente George Bush se comprometió a emprender una campaña sin cuartel para acabar con grupos terroristas como al-Qaida, sospechoso de ser el responsable de los mortales ataques ocurridos el lunes en Arabia Saudita.
Al menos 34 personas, que incluyen a ocho estadounidenses y nueve presuntos atacantes, resultaron muertos en los ataques dirigidos contra tres complejos residenciales en Riyadh que albergan principalmente a ciudadanos occidentales.
Más de 190 personas, la mayoría de ellos extranjeros, también resultaron heridos.
El Departamento Federal de Investigaciones, FBI, enviará un equipo para asistir a las autoridades sauditas a encontrar los responsables del hecho.
El Departamento de Estado también ordenó a todo el personal no esencial de su embajada y su consulado en Riyadh a abandonar el Reino de Arabia Saudita.