Más de 100.000 personas marcharon el jueves en Buenos Aires para repudiar el secuestro y asesinato de un joven y exigir a los legisladores leyes más duras para frenar la ola delictiva que azota al país.
Los manifestantes, que la policía estimó en más de 130.000, se reunieron frente al Congreso donde liderados por Juan Carlos Blumberg, cuyo hijo Axel fue secuestrado y asesinado días atrás, se unieron para expresar su dolor y reclamar medidas urgentes al gobierno.
El jefe de ministros Alberto Fernández, sostuvo que "se hará todo lo necesario" para terminar con la inseguridad.