Un borrador de resolución con sanciones contra Irán, fue alcanzado por las grandes potencias, incluyendo a los países europeos, China, Estados Unidos y Rusia, y será presentado ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
La iniciativa conjunta, se presenta como un rechazo implícito al acuerdo de canje de combustible nuclear que Brasil y Turquía anunciaron que consiguieron con Irán.
El borrador de resolución acordado por las grandes potencias, que incluye sanciones a Irán por su polémico programa nuclear, será presentado de inmediato ante el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas, (ONU), anunció la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton.
El anuncio fue realizado durante una audiencia ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, donde la secretaria de Estado participó junto al secretario de Defensa, Robert Gates, y al jefe del Estado Mayor Conjunto, el almirante Mike Mullen, donde además, insistieron en la necesidad de aprobar el tratado de desarme nuclear entre Estados Unidos y Rusia.
"Hemos alcanzado un acuerdo sobre un borrador consistente con la cooperación tanto de Rusia como de China", dijo Hillary Clinton ante legisladores estadounidenses. "Planeamos circular el borrador de la resolución este mismo martes ante el pleno del Consejo de Seguridad", afirmó.
Clinton señaló que el acuerdo fue alcanzado entre los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad: Gran Bretaña, China, Francia, Rusia y Estados Unidos, además de Alemania. China apoyó el acuerdo y realizó un llamado a mayores diálogos con Teherán.
Estados Unidos y sus aliados occidentales acusan a Irán de usar su programa nuclear civil como una pantalla para encubrir la fabricación de armamento atómico. Teherán niega la acusación y ha reiterado que sólo apunta a generar electricidad.
Irán acordó el lunes enviar parte de su uranio al exterior, reviviendo un plan de intercambio de combustible delineado por Naciones Unidas con el objetivo de mantener controladas las actividades nucleares de Teherán.
Sin embargo, a la misma vez Irán dejó claro que no pretendía suspender el enriquecimiento de uranio, el cual los gobiernos occidentales consideran que puede ser destinado a fabricar armas nucleares.