El clérigo musulmán chiíta de más alto rango, el gran Ayatollah Alí al-Sistani ha pedido a los iraquíes unirse y alertó que la violencia sectaria podría llevar a la destrucción del país.
El gran ayatollah al-Sistani urgió a los líderes políticos y religiosos, a los jefes tribales y a todos los sectores de la sociedad a realizar los máximos esfuerzos para detener los asesinatos.
El líder religioso dijo además que la violencia sectaria comenzó después del atentado con bomba contra un santuario Chiíta en Samarra, en febrero pasado.
El Ayatollah hizo su declaración este jueves, un día después de que el embajador estadounidense en Iraq, Zalmay Jalilzad y el comandante de las tropas de la coalición, el general George Casey, convocaron a los líderes en Iraq a comprometerse a buscar la reconciliación y ayudar a detener la violencia sectaria.
En otros acontecimientos, fuentes militares estadounidenses informaron que un infante de marina murió en combate en la provincia de al-Anbar este jueves.