El presidente Bush promulgó una ley que da al gobierno estadounidense más poder para escuchar, sin autorización judicial, las comunicaciones de presuntos terroristas extranjeros.
La ley levanta un requerimiento previo que prohibía tal vigilancia sin la orden de una corte.
Bush dijo, en una declaración el domingo, que este cambio dará a los agentes estadounidenses herramientas dinámicas y flexibles para el trabajo contra el terrorismo.
La nueva norma, llamada Ley de Protección de Estados Unidos, permite a la Agencia de Seguridad Nacional interceptar conversaciones telefónicas, mensajes electrónicos y otras comunicaciones entre extranjeros que usen equipos estadounidenses.
Si algún residente de Estados Unidos se transforma en objeto de investigación, aún se requerirá la aprobación de una corte.
Bush dijo que eso protegerá las libertades civiles estadounidenses mientras que ayuda a quienes tratan de recoger información sobre las intenciones de los enemigos de Estados Unidos.