La Cámara de Representantes de Estados Unidos rechazó por una votación de 228-205 el plan de rescate financiero de US$ 700 mil millones propuesto por el presidente George W. Bush.
El índice Dow Jones bajó más de 700 puntos, una baja histórica.
La caída del índice generó pánico en el mundo
financiero.
Según relataron los medios estadounidenses, en Wall Street estaban todos pendientes de la votación y tenían las miradas prendidas de los televisores.
Horas antes de que el Congreso rechazara la medida, el presidente Bush instó al Congreso de aprobar el plan ya que, según dijo, evitaría que la crisis financiera actual se extienda al resto de la economía.
El mandatario habló antes del inicio de transacciones de los mercados bursátiles estadounidenses. Bush buscó – en vano – dar confianza a los inversionistas respecto a que la legislación, que incluía provisiones adicionales exigidas por los legisladores.
La legislación permitiría al Tesoro de Estados Unidos gastar hasta US$ 700 mil millones de dólares en activos de mala calificación a entidades financieras en problemas. Esas inversiones han hecho que los bancos se muestren reacios a la hora de otorgar créditos empresariales y personales.