Un nuevo comité para investigar la insurrección del 6 de enero en el Capitolio de Estados Unidos tendría 13 miembros y el poder para citar testigos, según un proyecto de ley divulgado por la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
Se espera que la iniciativa sea llevada a votación en la cámara esta semana.
Es esfuerzo tiene lugar después que senadores republicanos bloquearon la formación de una comisión bipartidista independiente para investigar el ataque, en que cientos de simpatizantes del expresidente Donald Trump entraron violentamente en la legislatura e interrumpieron la certificación de la victoria del presidente Joe Biden.
El nuevo panel partidista de la Cámara Baja tendría ocho miembros designados por Pelosi y cinco nombrados “después de consultas” con el líder republicano Kevin McCarthy. Un asesor de Pelosi dijo que la presidenta está considerando incluir a un republicano entre los nominados.
Pelosi dijo en una declaración el lunes que el 6 de enero fue “uno de los días más oscuros” en la historia de Estados Unidos y que el comité buscaría la verdad de los hechos.
"El Comité Selecto investigará y reportará sobre los hechos y causas del ataque y reportará recomendaciones para prevenir un asalto futuro”, agregó.
Muchos republicanos se preocupaban por una investigación tan partidista, ya que la mayoría de los demócratas probablemente investigarán el papel de Trump en el asalto y a los grupos de derecha que estuvieron presentes para llevarlo a cabo.
Casi tres docenas de republicanos de la Cámara de Representantes votaron para crear un panel independiente que tendría una composición partidista equilibrada entre su miembros. Siete republicanos del Senado respaldaron esa propuesta, pero faltaron 10 senadores republicanos más para aprobarla.
Como establece el proyecto de Pelosi, el nuevo comité tendrá poder para citar y carece de una fecha de expiración. También puede emitir reportes interinos mientras conduce la investigación.
Muchos republicanos han dejado en claro que quieren pasar la página al ataque del 6 de enero, descartando las muchas preguntas sin respuestas sobre la insurrección, entre ellas cómo el gobierno y las fuerzas del orden obviaron datos de inteligencia anteriores a los hechos y el papel de Trump antes y durante el asalto.
Siete personas murieron durante y después de la insurrección, entre ellas cuatro simpatizantes de Trump. Dos policías se suicidaron en los días posteriores y un tercero se desplomó y falleció después de hacer frente a los asaltantes. Un médico forense determinó que su muerte fue por causas naturales.
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