Las tropas estadounidenses derribaron el lunes dos drones dirigidos contra sus fuerzas en el sur de Siria, el más reciente de una serie de ataques similares contra bases e instalaciones de Estados Unidos en el Oriente Medio, mientras los funcionarios advierten sobre una “amenaza significativa” de escalada en el conflicto entre Israel y Hamás.
El secretario de Prensa del Pentágono, el general de brigada Pat Ryder, dijo a los periodistas que las fuerzas respaldadas por Irán lanzaron el lunes dos drones contra la guarnición de Al-Tanf que fueron destruidos por los sistemas de defensa estadounidenses, sin causar heridos.
"Sabemos que estos grupos son grupos respaldados por Irán", dijo Ryder. “En última instancia, responsabilizaremos a Irán”.
El ataque fue al menos el quinto con drones o cohetes contra las fuerzas estadounidenses en el Oriente Medio en una semana, lo que el Pentágono ha descrito como un “repunte”. Algunos de los ataques provocaron heridos y daños leves.
"Existe una amenaza significativa de escalada en toda la región, y eso incluiría a las fuerzas estadounidenses", dijo a los periodistas un alto oficial militar.
La semana pasada, dos drones atacaron Al Tanf en Siria. Uno apuntó a la base aérea de Al-Harir, anteriormente base aérea de Bashur, en el norte de Irak. Dos estuvieron dirigidos a la base aérea de Al-Asad en el oeste de Irak, y cohetes fueron disparados a fuerzas estadounidenses y de la coalición cerca del aeropuerto internacional de Bagdad.
El sábado, el secretario de Defensa de EEUU, Lloyd Austin, ordenó a un número no revelado de tropas prepararse para el despliegue y activó el emplazamiento de una batería Terminal de Defensa de Área a Gran Altitud (THAAD), así como baterías Patriot adicionales en ubicaciones en toda la región para aumentar la protección para las fuerzas estadounidenses.
"Lo que se ve en este anuncio... es que nos estamos preparando para esta escalada, tanto en términos de defender nuestras fuerzas como de estar preparados para responder con decisión", dijo un alto funcionario de defensa a los periodistas el lunes.
Estas medidas se producen después de que Austin ya había puesto a más de 2.000 militares en alerta máxima con una orden de preparación para su despliegue el martes pasado.
El grupo de ataque del portaaviones USS Dwight D. Eisenhower se dirige rápidamente a la región del Oriente Medio, y el grupo de ataque del portaaviones USS Gerald R. Ford permanece en el Mediterráneo oriental.
Tres barcos con el grupo anfibio USS Bataan están posicionando a miles de infantes de marina en aguas cercanas a Israel. Un escuadrón de aviones de ataque A-10 llegó al Oriente Medio, se extendió el despliegue de otro escuadrón A-10 y más aviones de combate F-15 y F-16 también están llegando a la región.
Estados Unidos ha dicho que el aumento de la presencia militar tiene como objetivo disuadir a actores malignos como Hezbolá o Irán de ampliar el conflicto.
La semana pasada, el USS Carney, un destructor de la Armada en el Mar Rojo, derribó cuatro misiles y múltiples drones lanzados por hutíes respaldados por Irán en Yemen, armas que, según el Pentágono, "se dirigían a lo largo del Mar Rojo, potencialmente hacia objetivos en Israel".
Ryder había dicho originalmente el jueves que se habían interceptado tres misiles.
No hubo víctimas y al parecer el barco no era el objetivo del ataque, dijo Ryder.
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