Un juez federal estadounidense asestó un golpe a la política gubernamental de mantener detenidos en secreto, a sospechosos de terrorismo en la investigación de los ataques del 11 de septiembre.
El juez John Bisell en el estado de Nueva Jersey dictaminó el miércoles que es “inconstitucional mantener audiencias de deportación a puertas cerradas para las personas designadas como de interés especial del FBI”.
El magistrado reconoció que abrir al público las audiencias de deportación podría comprometer los esfuerzos del FBI para combatir el terrorismo, pero explicó que las audiencias podrían hacerse a puertas cerradas determinando su necesidad caso por caso.
Se espera que el Departamento de Justicia apele el fallo, como ha hecho con otros dictámenes relacionados con la detención de extranjeros que el FBI quiere investigar más profundamente.
Las autoridades han detenido a unos mil doscientos extranjeros después de los ataques del 11 de septiembre. No obstante apenas 104 continúan bajo custodia. Se desconoce cúantos han sido deportados después de las audiencias secretas.