Funcionarios yugoslavos, rusos y estadounidenses dicen que reservas de uranio potencialmente peligrosas fueron trasladadas de una instalación nuclear en Yugoslavia a un lugar seguro en Rusia.
La operación de alta seguridad fue una iniciativa conjunta de los militares y la policía yugoslavos conjuntamente con trabajadores del ministerio de energía atómica de Rusia, que manejaron aproximadamente 6 mil varas de uranio.
Funcionarios estadounidenses ayudaron a organizar y financiar el transporte seguro del uranio, el que fue descrito como suficiente como para fabricar dos bombas atómicas.
Aquí en Washington, autoridades dijeron que la operación fue significativa, en el sentido de que Rusia acordó aceptar y reprocesar los materiales nucleares originalmente provistos a Yugoslavia durante la era soviética.