Astrónomos estadounidenses descubrieron que los misteriosos “agujeros negros” no son solo grandes o pequeños sino medianos.
El hallazgo implica que los agujeros negros son más comunes de lo que se pensaba y ahora se dispone de más información en relación a la formación de las galaxias.
Gracias al Telescopio Hubble, científicos de la NASA confirmaron la existencia de por lo menos dos agujeros negros en la Vía Láctea.