La policía rusa detuvo a decenas de personas que se cree participaron con los rebeldes chechenos que secuestraron a 800 personas en un teatro de Moscú la semana pasada.
El ministro del Interior ruso, Boris Gryzlov, dijo este lunes que se está llevando a cabo una operación a gran escala para capturar a presuntos cómplices de los extremistas que mantuvieron en cautiverio a los rehenes durante tres días mientras exigían el fin de la guerra en Chechenia.
Aproximadamente 50 de los captores y 115 rehenes perecieron cuando fuerzas especiales rusas irrumpieron en el teatro, el sábado, después de inmobilizar a los ocupantes del recinto con gas.
El presidente Vladimir Putin ofreció disculpas por las muertes, pero aseguró que Rusia nunca se prestará a chantajes.