Miles de venezolanos marcharon el martes hasta la sede del organismo tributario en Caracas, amenazando con dejar de pagar impuestos como parte de una huelga nacional de la oposición que entró en su sexta semana.
La multitud, con sus silbatos y banderas, gritaba de júbilo mientras rompía las planillas de pago de impuestos. No se informó de hechos de violencia. Sin embargo, el presidente Chávez alertó que quien no pague impuestos sufrirá hasta 7 años de cárcel.
Chávez aseguró que eventualmente disolverá la huelga general que ha costado a Venezuela millones de dólares en ingresos por concepto de exportación petrolera.
El gobierno anunció planes para reestructurar la estatal petrolera P.D.V.SA, dividiéndola en dos partes para enfrentar la crisis laboral.