Fuerzas estadounidenses tomaron control de Tikrit, ciudad natal de Saddam Hussein, último baluarte de su régimen, al tiempo que Estados Unidos y Gran Bretaña presionan a Siria sobre acusaciones de que da refugio a depuestos funcionarios iraquíes.
Tanques estadounidenses ingresaron hoy a Tikrit, tras ataques aéreos de la coalición, y luchan para eliminar los últimos remanentes de resistencia. La suerte de Saddam continúa sin aclararse.
La policía iraquí y soldados estadounidenses patrullan en forma conjunta las calles en Bagdad, tras días de saqueos.
Mientras tanto, Estados Unidos y el Reino Unido presionan a Siria para que responda a alegaciones de que está albergando a depuestos líderes iraquíes y de que posee armas químicas.
El canciller británico, Jack Straw, dijo que no puede confirmar tal armamento, como sostiene el presidente George Bush, pero quiere dialogar con Siria sobre ambos asuntos.