Millones de personas en todas partes del mundo dejaron a un lado sus temores a actos terroristasy recibieron el Año Nuevo con fuegos artificiales y celebraciones.
El año 2004 ya llegó en las islas del Pacífico y Australia. Más de un millón de personas abarrotaron los muelles de Sydney bajo la mirada vigilante de cientos de policías para ver un espectáculo de fuegos artificiales.
En Asia, así como en Norteamérica y Europa, las muchedumbres de las grandes ciudades se preparan para reunirse pese a las alertas de seguridad establecidas por gobiernos nerviosos por la amenaza de ataques terroristas.
Estados Unidos recibirá por primera vez un Año Nuevo en alerta “naranja”.