En una victoria para los consumidores estadounidenses que detestan las ventas por teléfono, una corte de apelaciones ratificó ayer el popular registro de consumidores que piden no ser llamados a sus casas para ofrecerles productos.
El fallo rechaza los reclamos de que la lista viola los derechos de libre expresión y es injusto para las empresas.
La Décima Corte de Circuito de Apelaciones estadounidense indicó que la lista de más de 56 millones de números telefónicos es un intento razonable del gobierno para proteger la privacidad personal y reduce lo que califica de “el riesgo de abuso por parte de los vendedores telefónicos”.