Con insultos, confrontaciones y críticas a los comunistas y al modelo neoliberal concluirá mañana la campaña electoral para los comicios presidenciales de El Salvador.
El país ha "retrocedido, porque la intolerancia ha llegado al límite casi extremo.
Sólo falta que nos volvamos a matar como un par de décadas atrás, estamos casi en vísperas de eso por el tono que tomó el discurso y la manera de hacer la campaña.
Es una lástima", dijo a la agencia de noticias Associated Press, el arzobispo auxiliar de San Salvador Gregorio Rosa Chávez.
La campaña para los comicios del domingo estuvo plagada de acusaciones entre el candidato oficialista Tony Saca y el líder comunista Schafik Handal.
Según expertos, el intercambio recordó a los salvadoreños que la guerra civil de más de una década que concluyó en 1992, generó una "campaña sucia e ilegal" y sacó a flote la polarización de la sociedad.