La asesora de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Condoleezza Rice dijo que la Administración Bush entendió la amenaza que representaba al-Qaida antes de los ataques terroristas del 11 de septiembre, e hizo de la eliminación de la organización una alta prioridad.
Al prestar testimonio bajo juramento hoy jueves ante la comisión independiente que investiga los ataques, Rice manifestó que en el verano de 2001, nueva información del peligro hizo que Estados Unidos aumentara el estado de alerta nacional.
No obstante, indicó que la información de inteligencia era imprecisa, y que no hubo un “dato clave” o “una bala de plata”, como dijo literalmente, que hubiera evitado los ataques del 11 de septiembre.
En relación a un memorando del FBI en agosto de 2001 sobre las actividades de al-Qaida en Estados Unidos, la asesora Rice dijo que el documento no contenía una advertencia de un ataque inminente.