El jefe de los escuadrones de ultraderecha de Colombia, Carlos Castaño, quien desapareció después de un fallido intento de asesinato de paramilitares rivales, debe aparecer "vivo o muerto" para que la negociación de paz pueda avanzar, dijo el miércoles el gobierno.
La condición y ubicación de Castaño, de 38 años, es un misterio desde el viernes, después de que escapó ileso a un ataque de paramilitares rivales, un hecho que puso en duda el futuro de la negociación de paz entre el gobierno y esos grupos armados ilegales que combaten a la guerrilla izquierdista.
Aunque en los últimos años ha permanecido en la clandestinidad y es prófugo de la justicia colombiana, que lo acusa de decenas de crímenes, como masacres, asesinatos y secuestros, sus familiares y colaboradores cercanos que aseguran que escapó vivo del ataque, pero ignoran su paradero.