Investigadores de derechos humanos de la ONU están en Sudán para investigar acusaciones de atrocidades cometidas por las fuerzas sudanesas y militantes pro-gobierno en la occidental región de Darfur.
El grupo de cinco miembros recibió permiso para ingresar a Sudán a principios de semana después de que el gobierno les negó dos veces la entrada.
Previamente los investigadores entrevistaron a refugiados sudaneses en Chad. Un borrador del informe sobre sus descubrimientos indica que los refugiados dieron testimonios consistentes sobre violaciones patrocinadas por el gobierno, tortura, saqueos y asesinatos en todo Darfur.
El documento fue filtrado a organizaciones noticiosas ayer, pero aún no ha sido oficialmente publicado. El gobierno de Sudán ha negado toda participación en la violencia.