El gobierno de Corea del Sur ha tratado de calmar los temores de Estados Unidos acerca de su plan de movilización de tres mil 600 soldados de la península coreana a Irak.
Funcionarios estadounidenses y surcoreanos dijeron que la reducción del número de efectivos militares no debilitará el estado de preparación militar de Estados Unidos contra cualquier amenaza que provenga de Corea del Norte.
El presidente George Bush conversó ayer acerca del proyecto con el presidente de Corea del Sur, Roh Moo-hyun, en una llamada telefónica, y Roh supuestamente expresó su apoyo.
El ministro de Relaciones Exteriores de Corea del Sur, Ban Ki-moon, declaró hoy a los medios de prensa que está seguro de que no se creará ningún vacío de seguridad, ni se debilitará la alianza con Estados Unidos.
Añadió que Corea del Sur tiene la intención de cumplir con su compromiso de enviar tres mil 600 soldados para apoyar el esfuerzo de la coalición dirigida por Estados Unidos en Irak.
Según la Administración Bush, la redistribución de efectivos forma parte de una rotación por fases de las fuerzas estadounidenses. Se presume que se llevará a cabo en el segundo semestre del año.
El canciller Ban dijo hoy que el gabinete de gobierno de Corea del Sur se reunirá esta semana para discutir el plan de movilización.