Las fuerzas militares de Estados Unidos en Afganistán negaron las acusaciones de que habían causado la muerte de civiles durante una operación en la cual los estadounidenses atacaron con bombas desde aviones después que un grupo de insurgentes atacara una oficina del gobierno local en un remoto poblado afgano ubicado en la frontera con Pakistán.
La policía local dijo que el lunes a la noche un ataque aéreo en la provincia de Kunar provocó la muerte de por lo menos ocho personas y dejó otras nueve heridas.
Pero un vocero militar de Estados Unidos dijo el martes a la prensa en Kabul que el ataque con aviones se produjo usando “bombas guiadas de precisión” para destruir los vehículos usados por los insurgentes.
El vocero dijo que los militares no tenían información respecto de bajas civiles.
También agregó que antes del ataque aéreo, los milicianos habían disparo indiscriminadamente durante un enfrentamiento con tropas afganas de la región que se extendió por cuatro horas.
Se cree que el área montañosa es el lugar donde se oculta el líder renegado y aliado de los Talibanes Gulbuddin Hekmatyar.