En Miami, un juez federal otorgó más de 86 millones de dólares a la hija de un piloto que fue ejecutado por el gobierno de Cuba luego de la invasión a Bahía de Cochinos en 1961.
Janet Weininger demandó al gobierno de La Habana amparada por la ley anti terrorismo que permite a familiares de las víctimas obtener indemnización por daños ante los tribunales.
Ella afirma que su padre, Thomas “Pete” Ray, fue ejecutado sumariamente después que el avión que pilotaba fue derribado durante el fallido intento de la invasión a Cuba organizada por la Agencia de Central de Inteligencia de Estados Unidos, CIA.
Weininger explica que el cadáver de su padre fue mantenido en Cuba hasta 1979.
Cuba, que no estuvo representada en la corte, ha sido declarada culpable en otros juicios realizados bajo la ley anti terrorismo, y algunos demandantes han recibido compensación procedente de cuentas cubanas congeladas en Estados Unidos.