La empresa francesa Poly Implant Prothese, liquidada en el año 2010, produjo cerca de 100.00 prótesis para aumento de senos con un gel de silicona no homologado, derivado de una fórmula desarrollada por la misma empresa que disimuló ante el organismo certificador.
Los implantes de seno estaban hechos de una gelatina de silicona que presenta alto riesgo de ruptura y, además, contenían un aditivo para carburantes.
El escándalo mundial se generó a raíz de la muerte de una mujer francesa que usaba implantes PIP y que acarreó una investigación, la cual llevó a descubrir el fraude en las materias primas utilizadas para fabricar el producto.
Poly Implant Prothese fue obligada a cerrar sus puertas en 2010 y las quejas en su contra no se hicieron esperar. En Francia se presentaron cerca de 2.400 reclamaciones, lo que alertó a los organismos de salud a nivel mundial, pues unas 300.000 mujeres tienen esos implantes.
Francia recomendó extraerse los implantes a las 30.000 mujeres que los usan en el país mientras que Latinoamérica, a donde llegaron cerca de 100.000, empezó a tomar medidas preventivas también.
Países como Brasil, Argentina, Venezuela y Colombia las retiraron del mercado. En el caso de Colombia y Venezuela, los gobiernos anunciaron que asumirán los costos médicos para retirar los implantes a las mujeres que los usan. Además hicieron un llamado a las afectadas para que se realicen exámenes y descarten una mayor afectación.
"Debemos actuar en pro de la protección de nuestro pueblo, pero además debemos hacerle un llamado a nuestra población joven femenina, que tengan cuidado porque primero le meten en la cabeza que necesitan eso para ser bellas", afirmó el presidente de Venezuela Hugo Chávez atrás un encuentro en el palacio de Miraflores con la Miss Mundo, Ivian Sarcos.
Fundador de PIP confesó: el fraude fue premeditado
Ante el escándalo mundial, el fundador de Poly Implant Prothese admitió que el producto estaba fabricado con una fórmula no homologada por los organismos certificadores.
Jean-Claude Mas dijo que aunque él sabía que el producto no estaba aprobado; pero aún así, él lo seguía distribuyendo porque era más barato y de mejor calidad, al tiempo que reiteró que sus prótesis no representan "ningún riesgo para la salud".
"Era una rutina; yo daba la orden de disimular todos los documentos relativos al gel PIP no homologado, y en cuanto a los envases, los empleados se las arreglaban para hacerlos desaparecer", afirmó Mas.
A sus 72 años, Mas enfrenta dos investigaciones judiciales en Francia por engaño agravado y homicidio involuntario. Sin embargo, no ha sido inculpado.
Por su parte, el ministro de Salud de Francia, Xavier Bertrand, propuso a los países de la Unión Europea implementar reglas más severas para los productos médicos.
