El nuevo presidente boliviano Eduardo Rodríguez apeló a la calma durante una reunión de dos horas con líderes de un movimiento de protesta que ha paralizado la ciudad sede de gobierno en semanas recientes.
Rodríguez se reunió con los dirigentes el domingo en El Alto, un suburbio de La Paz, donde comenzaron las protestas masivas hace casi un mes que llevaron a la renuncia del presidente Carlos Mesa la semana pasada.
Agricultores, mineros y sindicalistas exigen la nacionalización de las industrias del gas y el petróleo y la redistribución de ganancias energéticas para ayudar a los pobres. Los manifestantes bloquearon la ciudad de La Paz, cortando los muy necesitados suministros.
Los bloqueos disminuyeron en días recientes pero los manifestantes planean otra ronda de protestas para comienzos de esta semana si no se cumple con sus exigencias.
El presidente venezolano Hugo Chávez atribuyó la crisis boliviana a las reformas de libre mercado impulsadas por Estados Unidos.