El presidente francés Jacques Chirac afirmó que su más alta prioridad es poner fin a las dos semanas de disturbios urbanos y prometió resolver las causas de la violencia.
El mandatario galo rindió tributo a lo que llamó el “profesionalismo y el auto control” de las fuerzas de seguridad que enfrentaron a los manifestantes, muchos de los cuales son de ascedencia norafricana.
Sin embargo, Chirac dijo en una conferencia de prensa que el gobierno tendrá que responder a problemas en los suburbios de clase trabajadora, centro de la ola de violencia.
Jovenes de ascendencia extranjera en Francia se quejan a menudo del acoso de la policía, racismo y discriminación en el trabajo.
La violencia comenzó el 27 de octubre después de la muerte accidental de dos jovenes norafricanos que pensaron que eran perseguidos por la policía.