Las fuerzas estadounidenses se preparan para someter a prueba una enorme bomba diseñada para destruir objetivos militares subterráneos.
La prueba, conocida como Divine Strake, se efectuará en junio en el estado de Nevada.
Las fuerzas estadounidenses detonarán un explosivo de 700 toneladas en un sitio de pruebas del desierto de Nevada, unos 145 kilómetros al noroeste de Las Vegas.
El arma consiste en un explosivo especial que contendrá el equivalente a más de 500 toneladas de dinamita cuando sea detonado.
La explosión creará una nube de polvo en forma de hongo que podría alcanzar una altura de tres kilómetros.
Autoridades militares señalaron que la prueba podría recordar a algunos las pruebas nucleares conducidas durante la década de 1950.
Pero la agencia que efectuará la prueba insiste en que la explosión no representa un peligro de radioactividad.