El jueves, el Senado de Estados Unidos aprobó, por 63 votos a 34, una medida propuesta por el republicano James Inhofe, de Oklahoma, que “preservaría y mejoraría” el inglés como idioma nacional.
Los críticos dicen que la medida podría anular una orden ejecutiva, firmada por el ex presidente Bill Clinton, que requiere que el gobierno federal provea servicios y comunicaciones, en diferentes idiomas, a los ciudadanos que no hablen inglés.
Después de escuchar las críticas, el Senado también aprobó una provisión patrocinada por el demócrata de Colorado, Ken Salazar, por 58 votos a 39, que declara el inglés como idioma “común y unificador” de Estados Unidos.
Los legisladores también rechazaron una enmienda, aprobada a principios de semana, que habría negado a futuros trabajadores temporales la posibilidad de solicitar la residencia permanente.