Dos presuntos milicianos fueron ultimados durante una redada de la policía marroquí, en su escondite de Casablanca.
Uno de los hombres se inmoló, después que la policía irrumpió en su apartamento, en la madrugada de hoy, martes, y el otro fue ultimado a balazos, antes de que pudiera detonar los explosivos.
Un tercer sospechoso está siendo buscado.
La policía dijo que la redada era parte de una investigación de los ataques suicidas del 11 de marzo, en un café de internet, en Casablanca, en los cuales cuatro personas resultaron heridas.