Grupos de ayuda internacionales dicen que tienen dificultades en llevar asistencia humanitaria a áreas en Myanmar que fueron devastadas por el mortal ciclón del sábado.
Agencias como el Programa Mundial de Alimentos de la ONU están tratando aún de obtener visas del gobierno militar de la ex Birmania para entregar cruciales suministros a miles de personas a lo largo de la costa birmana.
El ciclón Nargis, que mató a casi 22.500 personas, también arrasó con carreteras que llevan a áreas afectadas, lo que las hace inaccesibles.
Las autoridades dicen que helicópteros militares han comenzado a arrojar comida y agua potable, en algunas poblaciones afectadas.
Un representante del Programa Mundial de Alimentos dijo a la Voz de América que informes iniciales de sus equipos de evaluación en la región baja del Delta del Irawaddy sugieren que cientos de miles de personas han quedado sin hogar.
El gobierno dice que 41.000 personas están aún desaparecidas tras el ciclón.
La Cruz Roja Internacional dice que Nargis es la tormenta más mortal desde 1991.