La crisis financiera mundial es el tema central
de muchos de los discursos en la 63ª Asamblea General de la ONU.
El
presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dijo "que su gobierno trabaja
intensivamente para contener la crisis financiera que amenaza a la economía de
todo el planeta", según el centro de noticias de la ONU.
Agregó que tanto su gobierno como el Congreso
están trabajando juntos para votar un plan de rescate que le otorgará US$ 700
mil millones al mercado financiero.
Sin embargo, otros mandatarios fueron menos
optimistas y más críticos de la situación económica actual.
Según el
centro de noticias de la ONU, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da
Silva, dijo que "la crisis financiera que afronta el mundo es de tal magnitud
que no puede quedar en manos de especuladores".
Lula criticó el plan de rescate de
Bush, publicó el New York Times. Durante su discurso, citó al economista
brasileño Celso Furtado, quien dijo que no se puede permitir que las ganancias de
los especuladores sean privatizadas pero que sus pérdidas sean socializadas.
La presidenta argentina Cristina Kirchner también fue muy crítica, según publicó La Nación.
"Se nos dijo a los países de América del Sur que el mercado todo lo solucionaba, que el Estado no era necesario, que el intervencionismo estatal era nostalgia. Sin embargo, se produce la intervención estatal más formidable que se tenga memoria, precisamente desde el lugar donde nos habían dicho que el Estado no era necesario", dijo Kirchner.
La última palabra la tuvo el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon: "Necesitamos un nuevo entendimiento de la ética y la gobernanza de los negocios, con más compasión y menos fe incondicional en la magia de los mercados".