El presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, examina formas de cerrar el campo de detenciones en la base naval estadounidense en la bahía de Guantánamo, Cuba.
Fuentes cercanas al equipo de transición de Obama sostienen que el presidente entrante está considerando un plan para liberar cerca de 250 detenidos que aún permanecen encarcelados.
Bajo este plan, algunos podrían ser liberados, mientras que otros serán enviados a Estados Unidos para encarar sus juicios en cortes federales.
El plan incluye la creación de una corte nacional de seguridad, que maneje la delicada información de inteligencia.
Obama prometió cerrar las instalaciones carcelarias, pero su asesor de política exterior, Denis McDonough, dijo que no se había tomado una decisión acerca de Guantánamo.
El referido plan encara un sinnúmero de obstáculos.
Legisladores conservadores de Estados Unidos están en contra de traer a sospechosos de terrorismo a territorio estadounidense, y los países de origen de algunos de los reos, no los quieren de vuelta en su nación.