Hay nueva evidencia de que el mercado inmobiliario en Estados Unidos y el sector industrial del país están siendo afectados por la recesión.
El Departamento de Comercio dio a conocer que el número de nuevas construcciones cayó a un nivel récord en enero.
Las empresas constructoras iniciaron en levantamiento de nuevas viviendas a un ritmo anual de unas 466.000 unidades habitacionales durante el mes.
Esto representa una caída de 17% en relación al mes previo y la tasa más lenta desde que comenzaron a tomarse dichas estadísticas en 1959.
Los economistas culpan de la situación a las difíciles condiciones de crédito y a la ola de ejecuciones hipotecarias que ha inundado el mercado con unidades que no se han vendido.
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La decadente demanda también redujo la producción industrial que cayó un 1,8 por ciento en enero, y bajó un 10 por ciento con respecto al mismo período del año anterior.