Las autoridades acusaron a dos hombres de asesinato en conexión con el tiroteo que dejó tresafro estadounidenses muertos y dos más heridos, en Tulsa, en el estado de Oklahoma, en la zona sur central de Estados Unidos.
La policía arrestó a los dos sospechosos sin incidentes poniendo fin a dos días de ansiedad en la comunidad afroestadounidense de Tulsa. Los dos sospechosos son Jake England, de 19 años, y Alvin Watts, de 32 años.
El portavoz de la policía de Tulsa, Jason Willingham, dijo a la Voz de América que el arresto de los dos sospechosos ha llevado alivio a la ciudad, donde los residentes, en particular los afroestadounidenses, estaban preocupados por la violencia.
“Obviamente todav'ia queda mucha investigación que hacer, aún hay muchas preguntas sin respuestas, por lo que no hemos terminado, pero tener a estas dos personas detenidas ayuda realmente”, explicó Willingham.
Los ataques en Tulsa se producen en medio de tensiones raciales en Estados Unidos tras la muerte de Treyvon Martin, un adolescente afroestadounidense en Florida, a manos de un hombre de ascendencia hispana que era parte de un grupo de vigilancia vecinal.
El corresponsal de la Voz de América, Greg Flakus informa que aunque los dos sospechosos detenidos en Tulsa parecen de raza blanca, un conocido de Jake England lo describió como descendiente de los indios Cherokee.
Un gran porcentaje de gente en el este de Oklahoma tiene vínculos sanguíneos con indígenas nativos estadounidense porque el área fue usada como reubicación de la tribus del este de Estados Unidos en el siglo XIX, antes de que Oklahoma de transformara en estado.
El padre de England murió hace dos años baleado por un hombre afroestadounidense y la policía dice que la venganza pudo haber sido un motivo para este caso.
Amigos de England dicen que el joven estaba perturbado emocionalmente por el suicidio de su prometida en enero. Según se indicó, England publicó la semana pasada en su página de Facebook insultos raciales en referencia al hombre que mató a su padre.
Líderes de la comunidad afro estadounidense dicen que creen que los atacantes fueron motivados por prejuicio racial, pero elogiaron a la policía por haber respondido rápidamente para impedir más violencia.
La policía arrestó a los dos sospechosos sin incidentes poniendo fin a dos días de ansiedad en la comunidad afroestadounidense de Tulsa. Los dos sospechosos son Jake England, de 19 años, y Alvin Watts, de 32 años.
El portavoz de la policía de Tulsa, Jason Willingham, dijo a la Voz de América que el arresto de los dos sospechosos ha llevado alivio a la ciudad, donde los residentes, en particular los afroestadounidenses, estaban preocupados por la violencia.
“Obviamente todav'ia queda mucha investigación que hacer, aún hay muchas preguntas sin respuestas, por lo que no hemos terminado, pero tener a estas dos personas detenidas ayuda realmente”, explicó Willingham.
Los ataques en Tulsa se producen en medio de tensiones raciales en Estados Unidos tras la muerte de Treyvon Martin, un adolescente afroestadounidense en Florida, a manos de un hombre de ascendencia hispana que era parte de un grupo de vigilancia vecinal.
El corresponsal de la Voz de América, Greg Flakus informa que aunque los dos sospechosos detenidos en Tulsa parecen de raza blanca, un conocido de Jake England lo describió como descendiente de los indios Cherokee.
Un gran porcentaje de gente en el este de Oklahoma tiene vínculos sanguíneos con indígenas nativos estadounidense porque el área fue usada como reubicación de la tribus del este de Estados Unidos en el siglo XIX, antes de que Oklahoma de transformara en estado.
El padre de England murió hace dos años baleado por un hombre afroestadounidense y la policía dice que la venganza pudo haber sido un motivo para este caso.
Amigos de England dicen que el joven estaba perturbado emocionalmente por el suicidio de su prometida en enero. Según se indicó, England publicó la semana pasada en su página de Facebook insultos raciales en referencia al hombre que mató a su padre.
Líderes de la comunidad afro estadounidense dicen que creen que los atacantes fueron motivados por prejuicio racial, pero elogiaron a la policía por haber respondido rápidamente para impedir más violencia.
