Más de 30 palestinos, entre los que había niños pequeños, fallecieron en dos ataques aéreos israelíes durante la madrugada del sábado en la Franja de Gaza, dijeron las autoridades, mientras aumentaba la preocupación por la escasez de combustible y de suministros en los desbordados hospitales.
Un video distribuido por el departamento de Defensa Civil de Gaza mostraba a rescatistas trabajando a la luz de las linternas entre los escombros de una vivienda de la Ciudad de Gaza alcanzada por un ataque israelí a primera hora del sábado.
En las imágenes se veía a los rescatistas trasladando a una niña de corta edad envuelta en mantas con heridas en el rostro, y a al menos otros dos niños que parecían haber muerto. Otro menor, cubierto de polvo, hacía gestos de dolor mientras lo subían a una ambulancia.
El ataque a la vivienda del vecindario de Daraj dejó al menos 20 fallecidos, según Mahmoud Bassal, vocero de Defensa Civil.
En otro incidente cerca de Rafah, en la frontera sur del enclave con Egipto, murieron al menos a 13 personas, entre ellas dos niños. Los cadáveres de las víctimas, que en su mayoría pertenecían a una familia desplazada del centro de Gaza, fueron llevados al hospital Abu Youssef al-Najjar de la ciudad, donde fueron vistos por un reportero de Associated Press.
El Ministerio de Salud de Gaza, dirigido por Hamás, dijo el sábado que 135 palestinos perdieron la vida en las últimas 24 horas, lo que eleva el conteo oficial de fallecidos a 23.843 personas. La cifra no distingue entre combatientes y civiles, pero el ministerio sostiene que alrededor de dos tercios de las víctimas son mujeres y niños. Además, hay más de 60.000 heridos, agregó.
Israel afirma que Hamás es responsable del elevado número de víctimas civiles ya que sus combatientes utilizan edificios civiles y lanzan ataques desde zonas urbanas densamente pobladas.
En la víspera del día 100 de la guerra en Gaza, la Organización Mundial de la Salud dijo que solo 15 de los 36 hospitales del enclave siguen funcionando parcialmente, indicó la OCHA, la agencia humanitaria de Naciones Unidas.
En su ataque del 7 de octubre que provocó la guerra, insurgentes de Hamás y de otros grupos mataron a unas 1.200 personas en Israel, en su mayoría civiles. Alrededor de 250 más fueron tomadas como rehenes y, aunque algunas quedaron libres o se ha confirmado su deceso, se cree que más de la mitad siguen retenidas en la Franja.
Desde el inicio de la invasión terrestre a finales de octubre, 186 soldados israelíes fallecieron y 1.099 más resultaron heridos, de acuerdo con el ejército.
Más del 85 % de los 2,3 millones de habitantes de Gaza han tenido que abandonar sus casas por la ofensiva israelí, que ha arrasado gran parte del sitiado territorio.
Los últimos acontecimientos, como los ataques de Estados Unidos y Reino Unido a posiciones controladas por los rebeldes hutíes en Yemen, han avivado el temor a que la guerra pueda derivar en un conflicto regional más amplio.
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