El sospechoso de varios ataques con bombas que aterrorizaron a Austin, Texas, este mes se inmoló haciendo estallar un artefacto explosivo al ser cercado por las autoridades, dijo la policía la madrugada del miércoles.
El hombre fue identificado como Mark Anthony Conditt, de 24 años.
Las autoridades lo habían identificado en las últimas 24 o 36 horas y lo localizaron en un hotel de la carretera Interestatal 35 en Round Rock, un suburbio al norte de la capital de Texas, dijo el jefe de Policía de Austin, Brian Manley, en una conferencia de prensa.
La policía esperaba la llegada de una unidad de fuerzas tácticas especiales (SWAT) cuando el coche del sospechoso comenzó a alejarse. Según el relato del jefe policial, agentes siguieron al auto, que se detuvo en una zanja a un lado del camino.
Cuando efectivos de SWAT se acercaron a él, el sospechoso detonó un explosivo dentro del auto, dijo Manley. El estallido derribó a un agente, mientras que otro disparó su arma, añadió.
Conditt, que sufrió heridas graves a consecuencia de la explosión, fue abatido.
Desde el pasado 2 de marzo, Austin registró cuatro paquetes bomba que causaron dos fallecidos y cuatro heridos. Un quinto paquete estalló a primera hora del martes en un centro de distribución de FedEx cerca de San Antonio.
Manley dijo que se cree que el sospechoso fue responsable de todos los ataques en Austin, aunque las autoridades reconocieron que era demasiado pronto para determinar si el hombre actuó solo, y agregaron que por el momento se desconoce su móvil.
“Nos preocupa que pueda haber todavía otros paquetes ahí fuera”, manifestó Chris Combs, jefe de la oficina del FBI en San Antonio.
A primera hora del miércoles, el Departamento de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF por sus siglas en inglés) dijo en Twitter que agentes federales y locales acudieron a la zona de la capital donde se había atrincherado el sospechoso.
El presidente Donald Trump dijo en un mensaje en Twitter el miércoles que: "El atacante sospechoso en Austin está muerto. Gran trabajo de la policía y todos los involucrados".
El domingo, dos hombres, de 22 y 23 años, resultaron heridos en una explosión activada por un cable, y un trabajador en un centro de distribución de FedEx cerca de San Antonio, fue tratado en un centro médico y dado de alta la mañana del martes después de ser afectado por la explosión de uno de los paquetes bomba.
