El presidente Barack Obama visitó un centro de rehabilitación para drogadictos, se reunió con expresidiarios y pidió una segunda oportunidad para los exconvictos de crímenes leves mientras continua presionando por una reforma al sistema de justicia estadounidense.
“El problema que estamos tratando de resolver no es el de seguir capturando gente y ponerla de regreso en la cárcel. El problema que tratamos de resolver aquí es que la gente mantenga sus fundamentos a través de los cuales pueden convertirse en ciudadanos productivos”, dijo Obama en un discurso en la Escuela de Derecho de la Universidad Rutgers, en Newark, Nueva Jersey.
Las nuevas medidas de la Casa Blanca incluye nuevas becas para ayudar a los exreos a retornar a la sociedad a través de la educación, capacitación laboral, programas de vivienda, ayuda legal y servicios familiares.
El presidente también anunció la medida llamada “prohibir la casilla”, que tiene que ver con las solicitudes de trabajo para los puestos más competitivos en el gobierno federal. Los solicitantes deben marcar una casilla si han tenido antecedentes penales.
“Es relevante saber si alguien tiene o no antecedentes penales. Y no estamos pidiendo que se ignoren”, dijo el presidente. “Lo que estamos sugiriendo es que, respecto de la solicitud, hay que darle a la gente una oportunidad de pasar la puerta. Darle la oportunidad de entrar para que puedan exponer su caso”, agregó.
Diecinueve de 50 estados en Estados Unidos y más de 100 jurisdicciones locales en todo el país ya han quitado la casilla de antecedentes penales de las solicitudes de trabajo.
Estados Unidos decidió recientemente liberar 6.000 prisioneros de cárceles federales antes de lo esperado, reduciendo sus penas por ofensas relacionadas a las drogas, mientras legisladores demócratas y republicanos han defendido otras reformas.
A pesar del hecho de que 600.000 personas salen de prisiones en Estados Unidos cada año, el país tiene la tasa más alta de encarcelamiento en todo el mundo.
La Unión de Libertades Civiles Estadounidense dijo que mientras Estados Unidos tiene 5% de la población mundial, representa un 25% de la población carcelaria en el mundo.
