El presidente sirio, Bashar al-Assad, prestó juramento para un nuevo mandato de siete años, un mes después de ganar por abrumadora mayoría una elección realizada sólo en áreas controladas por el gobierno.
Assad tomó posesión de su cargo, el miércoles 16 de julio, durante una ceremonia en Damasco.
"Juro por Dios todopoderoso respetar la constitución, leyes y sistema republicano del país y proteger los intereses y libertades del pueblo'', afirmó y recibió una ovación atronadora.
El presidente de 48 años de edad, ha tomado iniciativa en la guerra civil y sus fuerzas avanzan en varios frentes contra rebeldes superados en armamento. Cuatro años de guerra civil han dejado más de 170.000 muertos y desplazado a la tercera parte de la población.
Obtuvo el 88,7 por ciento de los votos en la primera elección en algunas décadas en la que se presentó a más de un candidato. Millones de ciudadanos en zonas controladas por los rebeldes no lograron votar.
En un discurso Assad advirtió que las naciones occidentales y árabes que apoyaron a quienes llama terroristas pagarían un alto precio.
