El gobierno del presidente Joe Biden ha llegado a un acuerdo para darle a Intel 8.500 millones de dólares en fondos directos y 11.000 millones en préstamos para construir fábricas de semiconductores en cuatro estados, una inyección de efectivo que, según el gobierno, deberá ayudar a Estados Unidos a aumentar su participación global en la producción de chips avanzados de cero al 20 %.
Biden elogió la inversión el miércoles mientras visitaba el campo Ocotillo de Intel en Chandler, Arizona, que podría ser un estado decisivo en la elección de noviembre.
En su recorrido, Biden inspeccionó microprocesadores y láminas de silicio, señalando sorprendido lo “delgadas” que son y diciendo a los empleados de Intel: “Ustedes están trayendo el futuro de vuelta a Estados Unidos”.
La secretaria de Comercio, Gina Raimondo, dijo que ese acuerdo, alcanzado mediante su departamento, Estados Unidos podrá producir el 20 % de los chips más avanzados del mundo para 2030, con la inversión de Intel en instalaciones en Arizona, Ohio, Oregón y Nuevo México.
Estados Unidos diseña semiconductores, pero su incapacidad para fabricarlos internamente se ha convertido en un problema de seguridad nacional, además de económico.
“No podemos fracasar, los chips de última generación son el meollo de nuestro sistema de innovación, sobre todo en lo que hace a los avances en inteligencia artificial y nuestros sistemas militares”, dijo Raimondo en una conferencia de prensa telefónica. “No podemos solo diseñar chips. Tenemos que fabricarlos en Estados Unidos.
El anuncio de la financiación se produce mientras la campaña presidencial de 2024 entra en calor. Biden ha dicho a los votantes que sus medidas han provocado un resurgimiento de la manufactura nacional y aumento de empleos.
Su mensaje es una confrontación directa al expresidente Donald Trump, el virtual candidato republicano, quien elevó las tarifas de importación cuando estaba en la Casa Blanca bajo la promesa de proteger los empleos fabriles frente a China.
Biden venció a Trump en Arizona por un estrecho margen del 49,4 % al 49,1 % en las elecciones de 2020.
Los votantes tienen opiniones pesimistas sobre el liderazgo económico de Biden: apenas el 34 % lo aprueba, según una encuesta en febrero de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs. El impacto prolongado de la inflación, que alcanzó su pico más alto en cuatro décadas en 2022, ha perjudicado al demócrata, que en materia económica tenía un nivel de aprobación del 52 % en julio de 2021.
La financiación de los proyectos de Intel provendría en parte de la Ley de CHIPS y Ciencia de 2022, aprobada por ambos partidos y que el gobierno de Biden ayudó a conducir a través del Congreso, en una época en que se temía que la falta de acceso a chips fabricados en Asia podría hundir la economía estadounidense en la recesión.
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