La Casa Blanca anunció este martes una amplia gama de nuevos aranceles sobre productos chinos, que aumentarán las tarifas por encima de los 18 mil millones de dólares en importaciones chinas.

Este anuncio, un nuevo capítulo de la guerra comercial con Beijing, afectará a varios sectores, desde el acero y aluminio hasta los semiconductores y los paneles solares que se verán impactados a partir de este año.

Joe Biden dijo:

"No vamos a permitir que China inunde nuestro mercado, haciendo imposible que los fabricantes de automóviles estadounidenses compitan de manera justa."

Los vehículos eléctricos chinos fueron un foco clave del anuncio de Joe Biden y sus aranceles se cuadriplicarán, en 2024, del 25% al 100%.

Por su parte, el gobierno chino criticó duramente estos aranceles. Sin embargo, la Casa Blanca restó importancia al riesgo de represalias por parte de Beijing.

Wang Wenbin, Vocero del Ministro de Asuntos exteriores chino dijo:

“China tomará todas las medidas necesarias para salvaguardar sus derechos e intereses legítimos”.

A una pregunta de la Voz de América, la administración Biden dijo que esto es solo un esfuerzo concebido para proteger industrias estadounidenses estratégicas de una nueva ola de competidores que están subsidiados por China y que no empeorara la inflación.

Katherine Tai, Representante de comercio de EEUU dijo sobre los aranceles:

“Están diseñados para ser estratégicos y no caóticos. Están diseñados para ser efectivos y no emocionales.”

Tai reveló que Estados Unidos dialoga con funcionarios y trabajadores de la industria sobre posibles aranceles que involucrarían también las importaciones de México. No añadió detalles.

"Sólo les pediría que estén atentos".

La mayoría de los nuevos aranceles chinos anunciados esta semana podrían sentirse rápidamente. Otros, como los nuevos aranceles sobre semiconductores y baterías, se activarán más lentamente en 2025 y 2026.

La Casa Blanca justificó los aranceles citando "riesgos inaceptables" para la "seguridad económica" de Estados Unidos. Esas amenazas se deben a prácticas chinas que inundan los mercados globales con productos baratos, penalizando la competencia. Ahora los nuevos aranceles buscan bloquear esta práctica. Al mismo tiempo, Biden dijo que no busca un conflicto con China, solo una competición justa.