La ciudad de Boston continuó paralizada por segundo día este martes luego que una tormenta descargara más de 50 centímetros de nieve en algunas zonas de Nueva Inglaterra.
El gobernador del estado, Charlie Baker, autorizó el cierre de las escuelas y oficinas de gobierno que no tengan que ver con la emergencia mientras el sistema de transporte público continuaba sin funcionar.
Si bien la nieve ha dejado de caer, la lucha por limpiar las principales vías de la ciudad apenas si comienza y ya hay planes de tirar la nieve recogida en el puerto de Boston porque las “granjas de nieve”, como han dado en llamar a cualquier lugar abierto al que se pueda llevar nieve, ya no dan abasto.
Varias otras ciudades y pueblos de Massachusetts también notificaron al estado planes similares para deshacerse de la nieve que tapa las vías de lugares como Salem, Marblehead, Lawrence y Lowell.
El Amtrak canceló el lunes partes de su servicio ferroviario de pasajeros conectando Boston con la ciudad de Nueva York y los aeropuertos de Nueva Inglaterra cancelaron cientos de vuelos. Los responsables del aeropuerto de Logan en Boston esperaban reanudar el servicio normal de pasajeros para mediodía del martes.
Las autoridades también reportaron la muerte de un hombre hispano de 60 años que fue golpeado por una máquina quitanieves de una firma privada cuando acababa de terminar su turno en la panadería de un supermercado Whole Foods de Medford, Massachusetts.
La tercera tormenta en menos de dos semanas rompió todos los récords de nieve en Boston, sumando ya más de 1,8 metros de nieve caída en los últimos 30 días.
Los meteorólogos han pronosticado la posibilidad de que vuelva a nevar el jueves cuando un nuevo frente frío llegue a la costa este de Estados Unidos.
