Una corte chilena suspendió el proyecto de construcción de las represas Hidroaysén ateniéndose a la legislación ambiental que invalidaba la aprobación inicial que habían recibido las cinco centrales hidroeléctricas en la Patagonia chilena.
En este triunfo para los ambientalistas, la corte de Puerto Montt, paralizó el proceso de aprobación en que se encuentra el proyecto, después de que este hubiera generado masivas y violentas protestas.
El consorcio chileno Hidroaysén, de propiedad de la italiana Endesa y la chilena Colbún, planea generar 2.750 megawatts y transportarlos 1.800 kilómetros hasta Santiago mediante líneas transmisoras que requieren otro proceso de autorización ambiental.
El presidente Sebastián Piñera respalda el proyecto de las represas, indicando que generaría la energía necesaria para apoyar la economía chilena y posibilitaría cumplir con la demanda de electricidad.
Los ambientalistas dicen que las represas destruirían bosques, glaciares y lagos y acusan al gobierno de no revisar totalmente el proyecto antes de aprobarlo.
