Un dominicano de 30 años cuenta su historia de éxito en Estados Unidos y cómo a pesar de no tener un estatus legal migratorio pudo sobresalir en el mundo académico.
Dan-el Padilla Peralta llegó a Estados Unidos a la edad de cuatro años junto a sus padres. A los tres años y medio su padre decide regresarse a su país, pero su madre eligió quedarse con sus dos hijos en busca de un mejor porvenir.
Pasó 17 años sin autorización en Estados Unidos y vivió un tiempo en refugios para gente sin techo, asaltado siempre por el miedo a la deportación. Ahora es profesor de letras clásicas en la Universidad de Columbia y el año que viene lo será en Princeton.
"Sean curiosos. Trabajen duro. Sueñen a lo grande", dijo Peralta para animar a niños y adolescentes que viven en refugios para gente sin hogar en la ciudad de Nueva York.
El dominicano habló a los jóvenes en las oficinas del Departamento de Servicios para Gente sin Techo, donde les entregó su recientemente publicada autobiografía "Indocumentado: La odisea de un niño dominicano, desde un refugio para indigentes hasta las universidades de élite", publicada por Penguin Press.
Fue en uno de los refugios a donde llegó el niño con su madre donde encontró una pequeña biblioteca y Peralta no dudó en sumergirse en ella, descubriendo libros como "Cómo vivía la gente en la antigua Grecia y Roma".
Un fotógrafo que hacía de voluntario en uno de los refugios se sorprendió de ver a Peralta, con tan sólo nueve años, leyendo un libro sobre Napoleón. Después de conocerlo decidió ayudarlo para que el menor ingresara un par de años después en la prestigiosa escuela privada Collegiate School, en Manhattan.
Con la ayuda de una trabajadora social la familia Peralta pudo salir de los refugios y lograr un apartamento en el barrio hispano de East Harlem. Tras obtener una beca, el joven dominicano ingresó en Princeton y durante su último año en la universidad anunció a todos sus colegas su estatus de inmigrante no autorizado. Poco después fue el protagonista de un artículo en el diario estadounidense Wall Street Journal.
Con un visado de estudiante otorgado por el gobierno británico, Peralta logró estudiar una maestría en letras clásicas en la Universidad de Oxford y en 2007 obtuvo un visado de trabajo que le auspició Princeton.
El abogado de inmigración Stephen Yale-Loehr intentó regularizar su estatus migratorio en cada uno de sus años académicos hasta que finalmente logró para ese visado de trabajo. Peralta trabajó en Princeton como asistente para un proyecto de investigación.
Tras obtener más tarde su doctorado en letras clásicas en la Universidad de Stanford, el dominicano regresó a la costa este, donde se casó en marzo con su novia estadounidense y ahora espera obtener su tarjeta de residencia permanente.