Una empleada que murió en un tiroteo antes de que un sospechoso tomara rehenes en un supermercado fue impactada por una bala de un oficial de policía, dijo el martes el jefe de policía Michel Moore.
Melyda Corado, de 27 años, salía de la tienda el sábado cuando el sospechoso, Gene Evin Atkins, de 28 años, entraba al supermercado después de disparar contra agentes que lo perseguían, Moore dijo a los periodistas.
Los dos oficiales dispararon contra Atkins y una de las balas atravesó uno brazo de Corado y se introdujo en su cuerpo.
Al decidir si abrir fuego, los oficiales tuvieron que considerar si el sospechoso de lo que ya era una serie de eventos violentos de larga duración dispararía dentro de un mercado lleno de compradores el fin de semana, dijo Moore.
"Esa es la peor, peor decisión que cualquier oficial desea hacer", dijo el jefe.
Estaba programado que Atkins fuera procesado más tarde el martes por numerosos cargos.
Los eventos comenzaron alrededor de la 1:30 p.m. en el sur de Los Ángeles cuando Atkins supuestamente disparó e hirió a su abuela de 76 años y huyó en un automóvil robado, llevándose a una niña de 17 años que fue alcanzada levemente por una bala. Moore dijo que la captura de la niña fue un secuestro.
Alrededor de las 3 p.m., los oficiales vieron a Atkins en Hollywood y comenzaron a perseguirlo.
Moore dijo que Atkins disparó contra los agentes a través de la ventanilla trasera de su vehículo, pero los agentes no respondieron en ese momento.
Unos 15 minutos más tarde, Atkins se estrelló contra un poste de electricidad fuera del mercado de Trader Joe en el vecindario de Silver Lake, donde estalló el tiroteo. Corado recibió un tiro mortal y Atkins fue herido en el brazo.
Los empleados de la tienda y los clientes huyeron o se escondieron.
Atkins retuvo a algunos como rehenes, dejó ir algunos y se rindió varias horas después.
Los investigadores recuperaron los casquillos de las dos balas disparadas contra los oficiales después del accidente automovilístico, dijo Moore.
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