Estados Unidos anunció que usará las conversaciones internacionales de este viernes sobre Siria, para abrir el camino a un futuro sin el presidente Bashar al-Assad.
Unas 15 naciones participan en las conversaciones de Viena, incluidas Irán y Rusia, las principales aliadas de Assad, cuyo involucramiento en Siria está dirigido a defender su fallido régimen.
El secretario de Estado, John Kerry, quien se reunió por separado el jueves con sus contrapartes de Irán y Rusia, y con otros importantes diplomáticos en Viena, dijo que las conversaciones del viernes ofrecen la oportunidad más prometedora en años, para poner fin al sangriento conflicto, y para "trazar una ruta fuera del infierno".
El vocero del Departamento de Estado, John Kirby, dijo el jueves que la atención en Viena estará centrada en lograr un marco de acuerdo para transición política en Siria que pueda funcionar.
"Un marco de trabajo de un gobierno que no incluya a Bashar al-Assad y que pueda ser duradero y estable. Eso es lo que buscamos", dijo Kirby.
Alcanzar eso no será fácil, y no espera que haya mayores logros el viernes. Junto con Estados Unidos, exigiendo que Assad se vaya, están Arabia Saudita y Turquía.
Reuniones anteriores sobre Siria, de las que Irán no ha participado, han terminado en fracaso. Kirby dijo que no habrá una transición política de éxito en Siria si no se incluye a Irán.
"Irán tiene la oportunidad...de ser un poder más constructivo en la región, y de ayudar a la comunidad internacional a hacerlo correcto aquí; que es, crear un proceso por el cual el pueblo sirio tenga un gobierno representativo, inclusivo y responsable, velando por sus intereses", indicó.
