La Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) siguió adelante con su convención anual el viernes en Houston, pocos días después de que un adolescente armado entrara en la Escuela Primaria Robb en Uvalde, en Texas, y matara a 19 niños y dos maestros.
El gobernador de Texas, Gregg Abbott, quien tenía programado pronunciar un discurso en persona en la convención el viernes, canceló su comparecencia. Lo mismo hicieron diversos artistas que tenían previsto actuar durante el evento, como Don McLean y Larry Gatlin.
Por contra, el expresidente de Estados Unidos Donald Trump optó por mantener su participación en el evento de tres días del grupo de cabildeo por los derechos de armas.
"Necesitamos un cambio drástico en nuestra manera de gestionar la salud mental", dijo Trump, haciéndose eco de las voces republicanas que lejos de querer restringir el derecho a las armas, señalan a las causas que empujan a un individuo a cometer una matanza. "Hay demasiadas señales de aviso; casi todas estas mentes distorsionadas comparten el mismo perfil".
Mientras tanto, a la entrada del recinto, alrededor de 500 manifestantes se congregaron para expresar su rechazo al evento y a la asociación, a la que muchos en Estados Unidos acusan de imposibilitar la implementación de cambios legislativos que permitan restringir el uso de las armas. Algunos gritaban "NRA vete" y "vergüenza, podrían ser tus hijos hoy", mientras miles de asistentes se agolpaban en el centro de convenciones.
Mientras tanto, las autoridades policiales de Texas enfrentan preguntas difíciles sobre su respuesta y el tiempo que les tomó el martes irrumpir en la escuela para confrontar al pistolero de 18 años Salvador Ramos. Las autoridades dicen que Ramos, quien abandonó la escuela secundaria, estuvo en la primaria Robb durante 40 minutos a una hora antes de que la policía irrumpiera en el salón de cuarto grado donde había matado a 21 personas.
Testigos dicen que los padres de los niños atrapados en la escuela, ubicada en un barrio residencial, y los espectadores que se reunieron al mediodía del martes gritaron a la policía que ingresara a la escuela y pusiera fin a la carnicería.
Un testigo afuera de la escuela, Juan Caranza, de 24 años, que observó la escena desde afuera de su casa al otro lado de la calle, dijo que las mujeres gritaron a la policía: “¡Entren ahí! ¡Entra allí!
La policía completó además la cronología del tiroteo el jueves. Víctor Escalón, director regional del Departamento de Seguridad Pública de Texas, dijo que Ramos entró al edificio a través de una puerta abierta y sin encontrarse con un oficial de seguridad escolar, lo que contradice informes anteriores.
La escuela normalmente tiene un oficial armado de guardia, pero cuando el pistolero llegó el martes, “no había un oficial, disponible, armado”, y el pistolero entró al edificio “sin obstrucciones”, dijo Escalón.
El pistolero murió cuando llegó un equipo táctico de la Patrulla Fronteriza de EEUU, irrumpió en el salón de clases y mató al pistolero, dijo Escalon.
Javier Cazares, cuya hija de cuarto grado, Jacklyn Cazares, murió en el ataque, dijo que planteó la idea a otros transeúntes de asaltar el edificio ellos mismos porque no creía que la policía se moviera lo suficientemente rápido.
"Vamos a apresurarnos porque los policías no están haciendo nada como se supone que deben hacerlo", dijo. "Se podría haber hecho más. No estaban preparados".
Un transeúnte grabó un video publicado en su cuenta de Facebook que mostraba su relato actual de padres que intentaban desesperadamente que la policía actuara más rápido para rescatar a sus hijos.
“Estos policías están justo aquí. Hermano, hay un (improperio) tiroteo en la escuela, y estos (improperio) policías les están diciendo a todos que se vayan, amigo, mientras todos están aquí tratando de recoger a sus (improperio) hijos”, dijo el hombre en una cuenta publicada por el The Washington Post.
El director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Steve McCraw, defendió el miércoles la respuesta de la policía y dijo: “La conclusión es que la policía estuvo allí. Se comprometieron de inmediato. Sí lo contuvieron (a Ramos) en el salón de clases" antes de matarlo.
Escalón, del Departamento de Seguridad Pública de Texas, dijo que dos policías de Uvalde llegaron cuatro minutos después y corrieron hacia la escuela, pero fueron detenidos rápidamente cuando Ramos les disparó.
Las autoridades continuaron buscando un motivo detrás del horrible hecho, el tiroteo escolar más mortífero de EEUU en casi una década. Dijeron que Ramos no tenía antecedentes penales o de salud mental conocidos, aunque algunos conocidos relataron su comportamiento antisocial preocupante, como disparar una pistola de aire comprimido a personas aleatorias que caminaban en Uvalde.
Una adolescente alemana de 15 años con la que Ramos conversó en línea dijo que él le dijo que “arrojaba gatos muertos a las casas de la gente”.
Justo cuando Ramos desató su ataque, le envió un mensaje de texto a la adolescente, advirtiéndole en un mensaje privado que estaba a punto de disparar contra una escuela primaria.
Abbott dijo el miércoles que otros 17 resultaron heridos o lesionados en el ataque, pero ninguno tenía heridas que amenazaran la vida. Un portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Texas dijo que entre los heridos se encuentran "varios niños" que sobrevivieron a los disparos en su salón de clases.
El esposo de una de las maestras muertas en el tiroteo masivo murió el jueves. Joe García estuvo casado con Irma García, su novia de la escuela secundaria, durante 24 años y tuvieron cuatro hijos. García tuvo un ataque al corazón mientras hacía los arreglos para el funeral de su esposa.
Estudiantes de escuelas y universidades de todo Estados Unidos organizaron huelgas en sus campus el jueves para exigir medidas más estrictas para el control de armas.
La Casa Blanca dijo que el presidente Joe Biden y la primera dama Jill Biden viajarán a Texas el domingo para llorar con la comunidad.
[Parte de la información para este informe proviene de The Associated Press y Reuters]
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