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Trump trata sofocar el rumor de despido de Tillerson


El presidente Donald Trump calificó de ridículos los rumores de que pensaba despedir al Secretario de Estado Rex Tillerson.
El presidente Donald Trump calificó de ridículos los rumores de que pensaba despedir al Secretario de Estado Rex Tillerson.

WASHINGTON - El presidente Donald Trump trató el viernes de poner fin a los reportes de que está a punto de despedir o expulsar a su jefe de la diplomacia, el secretario de Estado Rex Tillerson.

Trump acudió a Twitter para calificar los informes sobre el presunto reemplazo inminente de Tillerson como "NOTICIAS FALSAS", aunque la admisión del líder de los Estados Unidos de que ha tenido que pasar por encima de su principal diplomático en algunas decisiones políticas solo alimentará los rumores.

Tillerson iniciará importante viaje europeo el lunes, a pesar de las anónimas filtraciones de la Casa Blanca que sugieren que será reemplazado, quizás en unas semanas, por un leal de Trump.

"No se irá y aunque no estamos de acuerdo en ciertos temas, (yo tomo las decisiones finales), trabajamos bien juntos y Estados Unidos es muy respetado de nuevo". Trump declaró.

Desde hace meses se habla de un distanciamiento en la relación entre Trump y Tillerson.

El jueves, los rumores llegaron a un punto crítico cuando varios medios de comunicación estadounidenses -citando fuentes de la Casa Blanca- predijeron la renuncia y reemplazo de Tillerson por parte del jefe de la CIA, Mike Pompeo.

Cuando los periodistas le preguntaron en una sesión de fotos del Departamento de Estado si las filtraciones de la Casa Blanca fueron diseñadas para expulsarlo, Tillerson dijo: "Es ridículo. Es ridículo".

La Casa Blanca al principio hizo poco para restar importancia a los informes, mientras que una portavoz del Departamento de Estado insistió en que la posición de Tillerson estaba a salvo, y la historia se desvió a un segundo día.

Pero más tarde el viernes, Tillerson se reunió con Trump en la Casa Blanca para almorzar con el secretario de Defensa Jim Mattis, un aliado de Tillerson en las guerras burocráticas de Washington.

La próxima semana, Tillerson estará en Europa para asistir a las reuniones ministeriales de la OTAN en Bruselas y la Organización de Seguridad y Cooperación en Europa en Viena.

Allí, también sostendrá una reunión bilateral entre EE. UU. Y Rusia con el ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, en la última apuesta arriesgada por resolver las diferencias sobre las crisis en Ucrania y Siria.

El secretario de Estado norteamericano Rex Tillerson dijo que "provocan risa" los trascendidos de que la Casa Blanca quiere su renuncia y siguió adelante con su tarea diplomática el viernes en medio de un torbellino de rumores sobre su futuro.

"Provocan risa. Provocan risa", dijo Tillerson a la prensa cuando se le preguntó sobre los rumores de que el presidente Donald Trump está pensando en destituirlo.

Tillerson se reunió con el primer ministro de Libia, Fayez al-Sarraj, en el Departamento de Estado.

Tillersn preveía asistir a la reunión de Trump con al-Sarraj en la Casa Blanca y luego almorzar con el presidente y el secretario de Defensa, Jim Mattis.

Éste es un aliado de Tillerson en un gabinete donde son frecuentes las riñas, y el jueves declaró que los trascendidos sobre una renuncia inminente eran "infundados".

Al lado de al-Sarraj, Tillerson sonrió y trató de demostrar que los rumores no le preocupan. La semana próxima le espera un viaje oficial a Europa.

El plan de la Casa Blanca, que Trump todavía no ha aprobado, provocaría una importante reestructuración del gabinete y dejaría una vacante en la CIA que según las fuentes sería ocupada por el senador republicano por Arkansas Tom Cotton.

Semejante reforma significaría un cambio en el tono y la orientación de la política exterior del presidente al quitarle el puesto a un directivo petrolero cuyo estilo discreto nunca se ha adecuado bien al de Trump.

Es sumamente raro que un secretario de estado, la cara de Estados Unidos en el escenario global, cumpla menos de un año en funciones. Es igualmente inusual que un presidente reforme su gabinete en tan poco tiempo. Esto podría crear la impresión de que reina el caos en la Casa Blanca, acaso una de las razones para que Trump demore la decisión.

Con información de AP

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