El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, promovió su drástica propuesta de recorte fiscal ante el mayor grupo de defensa de manufacturas de la nación el viernes, diciendo que las tasas más bajas harán que los negocios estadounidenses sean competidores globales más robustos.
"Bajo mi administración, la era de la rendición económica ha terminado y el renacimiento de la industria americana está comenzando", declaró Trump en un discurso ante la Asociación Nacional de Fabricantes, con sede en Washington.
Trump dijo que el plan limitaría la tasa impositiva para la mayoría de las pequeñas y medianas empresas en un 25 por ciento, una tasa que dijo que este tipo de empresas no han visto en más de 80 años. "Y será combustible de cohetes para la economía", dijo.
El actual código tributario, dijo Trump, "castiga a las empresas" por hacer negocios en los Estados Unidos, alentándolos a trasladarse al extranjero, donde dijo que hay un estimado de $ 3 billones de la riqueza corporativa de Estados Unidos. "Eso se detiene y se está deteniendo ahora mismo, necesitamos un sistema tributario que aliente a las empresas a permanecer en Estados Unidos, crecer en América y contratar en Estados Unidos".
Plan de recorte de impuestos de $ 5 billones
El discurso de Trump se produce dos días después de que se diera a conocer un plan republicano de reducción de impuestos de más de 5 billones de dólares. Propone recortes de impuestos para los estadounidenses ricos, las empresas y la clase media, mientras que proteje las deducciones, tales como intereses hipotecarios y contribuciones de caridad.
El plan carece de detalles críticos acerca de los muchos incentivos fiscales que la Casa Blanca y los líderes republicanos del Congreso quieren eliminar para compensar algunos de los billones de dólares en ingresos que se perderían a través de recortes de impuestos. La administración sostiene que la revisión impulsaría la economía y creará empleo en la manufactura y otros sectores.
Trump promocionó varias de las provisiones del plan, incluyendo alivio de impuestos para la inversión en nuevos equipos.
"Eso significa más producción, más inversión y más empleos", dijo.
El plan también pide una tasa de impuesto corporativo de 35 a 20 por ciento, una meta que durante mucho tiempo ha contado con el apoyo de los republicanos de la Cámara de Represetantes, y un impuesto que se impondría una sola vez a las ganancias extranjeras de las compañías estadounidenses.
Algunos expertos en presupuesto estiman que el plan podría recortar los ingresos tributarios del gobierno en más de 5 billones de dólares en un período de 10 años. Para compensar parte de los ingresos perdidos, los republicanos deben ponerse de acuerdo en la reducción del presupuesto federal.
Para que convertirlo en ley, los líderes del Congreso republicano tienen que tratar de unir a su partido, y posiblemente obtener algún apoyo democrático.
Los republicanos controlan la Casa Blanca y las dos cámaras del Congreso, lo que les da una rara oportunidad de renovar el código tributario.
"Esta es una oportunidad que solo ocurre una vez en una generación para que repensemos radicalmente nuestro código tributario, podemos liberar la economía, promover el crecimiento, atraer empleos y mejorar la competitividad de Estados Unidos en el mercado global", dijo el líder republicano del Senado Mitch McConnell.
Los demócratas se oponen a los cambios
Muchos demócratas, sin embargo, han dicho que se opondrán a los cambios que aumentan la deuda o benefician a los ciudadanos más ricos.
El plan republicano "resultaría en una ganancia masiva para los estadounidenses más ricos y no proporcionará casi ningún alivio a los contribuyentes de clase media que más lo necesitan", dijo el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, a sus colegas esta semana en la sala de la Cámara.
